(MPPT.- Prensa CAMETRO 6-12-2024).- Una de las imágenes más icónicas que se puede apreciar en la estación Chacaíto es el relieve «Kaleidoscopio», obra de arte inspirada por la escultora venezolana Beatriz Blanco. La creación de 30 metros de ancho por dos de alto fue hecha en acero, tratada con pinturas en aceite en tonos amarillos brillante (similar al oro), por lo cual destaca tanto en su forma, textura, dimensión y simbología.

Esencialmente son figuras humanas en movimiento, algunas sólo siluetas, que se corresponden con una tendencia de la autora a representar la soledad y la búsqueda de Dios.


«Kaleidoscopio» como vocablo es un término original, al estar escrito con k, y parece distanciarse del juguete caleidoscopio, con el cual pueden mirarse “imágenes bellas”, según descripción de la palabra en su origen griego. No obstante, algunos intérpretes de la biblia refieren que hay una explicación sobre la visión del cielo que “será como mirar nuestras vidas, a través del ocular de un caleidoscopio”.

Lo que sí es muy preciso es que Blanco participó en 1983 en un concurso dónde ganó el privilegio de exhibir su escultura dentro de las instalaciones del sistema subterráneo de transporte. Fue así como en 1987 es colocada en La Hoyada, pero cuatro años más tarde la trasladaron a Chacaíto.

Sobre la autora
Beatriz Blanco nació en Caracas en 1944. Realizó estudios en la escuela “Cristóbal Rojas” (1964-´66) y en el Centro Experimental de Arte de Mérida (1966-´69). En 1967 participó en un intercambio cultural promovido por la embajada de Estados Unidos para artistas venezolanos, tras el cual viajó a ése país y visitó números centros de arte que le sirvieron para enriquecer sus conocimientos. En el ´69 montó su primera exposición individual: Galería La Gárgola de Tancredo, Maracaibo, Estado Zulia.

Experimentó en diversas expresiones como la fotografía, pintura y escultura, inicialmente en la temática de la soledad del hombre, hizo uso de pares opuestos: luz – sombra, negro – blanco. Por más de 25 años exhibió sus creaciones en Venezuela, Estados Unidos, Francia y Trinidad y Tobago.


Se hizo merecedora en 1969 del “Premio Único” en la Bienal Experimental de Valencia, Estado Carabobo. También en 1970 recibió el “Accésit al Premio Arturo Michelena” del vigésimo octavo Salón Arturo Michelena. Para el ´72 le otorgaron “Primer premio” en la «Exposición de jóvenes artistas», Maracay, Aragua.


En el año 1973 obtuvo el “Premio Andrés Pérez Mujica” del trigésimo primer Salón Arturo Michelena. Una década más tarde (1983) le entregan “Primer premio de escultura” (Centro Cívico Cultural Coquivacoa, Maracaibo). Y en 1984 le fue acreditado “Primer premio de escultura” en la Bienal de Artes Visuales, Maracaibo, Zulia.

Redacción: Gregory Zamora

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